-Utilizar contraseñas complejas (entre 8 y 12 caracteres)
-No compartirlas. Esto es algo obvio ya que si solo nosotros la sabemos, seremos los unicos que podremos acceder al dispositivo o a la red.
-Utilizar claves diferentes para servicios diferentes.
Para tener contraseñas seguras, es muy importante que: estas tengan mas de ocho caracteres, se combinen mayúsculas y minúsculas, utilicemos símbolos, no utilicemos palabras relacionadas con nosotros...
Algo muy importante, pero que no todo el mundo tiene en cuenta es el hecho de tener contraseñas diferentes en todas nuestras diferentes redes y dispositivos, ya que si se da el caso de que un ciberdelincuente consiga nuestra contraseña, podria acceder a todos aquellos sitios donde la tengamos. Es cierto que se nos puede hacer muy difícil recordar todas estas contraseñas, por ello podemos utilizar contraseñas sencillas pero utilizando algunos trucos:
-Caves basadas en un mismo patrón, introduciendo ligeras variaciones para cada servicio.
-Cambiar las vocales por números.
-Reglas mnemotécnicas.
Existe una herramienta para guardar todas nuestras contraseñas: los gestores de contraseñas. Estos programas nos permiten almacenar las contraseñas protegiéndolas con una clave de acceso que sólo nosotros conocemos, pero para utilizar estas herramientas es importante que la contraseña que utilicemos para acceder sea bastante segura, realizar copias de seguridad del fichero de claves, para evitar perder las claves almacenadas y por supuesto tener en cuenta que si olvidamos esta clave no podremos acceder al resto de nuestras contraseñas.
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